En Estocolmo!

Este domingo nos fuimos Alex, Lyra y yo a Estocolmo a pasar dos días, una mezcla de viaje de placer (porque siempre está genial ir a nuestro Estocolmo del alma a recordar tiempos pasados) y viaje de papeleo, porque aprovechamos para registrar a Lyra en el registro civil, sacarle un pasaporte y, de paso, abrir nuestro expediente matrimonial, que con eso de que somos padres hay que formalizar la relación. ;-)


Total que fuimos a Estocolmo en el XS200, como el AVE sueco. Ahí estaba yo, de madre hipocondríaca, con todas las cosas repetidas por triplicado para el primer viaje de la peque: toallitas, ropitas, pañales, cremitas...Llevaba todo de todo!

El primer reto fueron los asientos que reservé en el tren. Se me ocurrió que lo mejor que podía hacer era reservar la "zona callada", que es un compartimento especial del tren en el que la gente está calladita y los móviles están prohibidos. Mi razonamiento fue que así la gente no perturbaría el plácido sueño de mi querubina...Lo que claro, nada más llegar me di cuenta de que la gente a nuestro alrededor hacía el razonamiento contrario: Qué hace un bebé gritón en la zona callada? En ese mismo instante me di cuenta que mis instintosmaternales habían alcanzado su plenitud. Menuda vergüenza cuando la peque se ponía a llorar! Aunque tampoco fue para tanto, un poquito porque tenía hambre, porque luego estuvo durmiendo todo el trayecto, que el traqueteo del tren le encanta!


Aprovecho para agradecer e inclinarme ante mi amiga Marta y su hermana Eva por prestarme muy amablemente el Medela Swing, uno de los mejores inventos que ha creado el ser humano para la madre lactante moderna. Chicas, sóis las mejores, que sepáis que lo uso todos los días, menuda bendición!! Y lo mejor de todo es que a Lyra le encantan los biberones, igual le da una cosa que otra mientras haya comideta que llevarse a la boca! Y si no mirad la foto para comprobarlo!


Llegamos a Estocolmo y fuimos al hotel. Esta vez fuimos a un Scandic al lado del Barcelona Tapas bar. Dejamos las cosas y nos fuimos a cenar a mi restaurante favorito de Estocolmo, el Ikki Bar en Kungshallen (ya lo sé, no tengo glamour pero tampoco lo necesito!) Cenamos allí y luego vino nuestro amigo Raúl a echar unas birras (o agüitas y fantitas algunas).

Por la noche, primer gran fallo del viaje: Trajimos todas las cosas de la peque, pero nos dejamos el neceser con todas nuestras cosas! Y Alex encima iba con lentillas, con lo que al día siguiente fue medio miope por la calle...Si es que no se puede ser tan buenos padres, la próxima vez me tatuo el neceser en la frente!


A las 11.30 quedamos con Raúl y Martin (que vino con su novia) para ir a la embajada. Qué alegría ver a Martin! Una vez en la embajada hicimos los papeles para Lyra, con lo que (si Dios quiere) pronto estará inscrita en el registro civil y será oficialmente ciudadana del estado español y le tramitamos el pasaporte para ir a España en veranico. Lo mejor fue que al fin conocimos a Irene, la persona que nos tramita los expedientes de matrimonio y de la niña...Teníamos mucha curiosidad por conocerla después de tantas conversaciones y mails! Lo mejor fue que la peque revolucionó la embajada con su encanto adorable infantil y hasta nos dejaron cambiarle el pañalete y darle el biberón (de nuevo, gracias Marta y Eva) antes de firmar nuestro expediente matrimonial; cosa bastante simple, no duró casi ni diez minutos todo el trámite!

Luego nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad, comimos con nuestros amigos y ya hicimos lo mejor que se puede hacer cuando uno viaja a Estocolmo, según la gente de Göteborg: Lo mejor de ir a Estocolmo es el tren de vuelta a Göteborg!

Volveremos a Estocolmo este verano, una vez hayamos decidido el día de la boda, supongo que será o a finales de agosto o a finales de septiembre, pero ya os contaremos!!!